La Catedral de Sevilla e iglesia del Salvador, son dos de los mejores ejemplos del patrimonio de la ciudad y que nos ayudan a comprender mejor su historia. Sin duda la Catedral de Sevilla, también llamada “Magna Hispalensis” es uno de esos edificios que nadie que venga a la ciudad o que viva en ella puede perderse. En su interior todo es sorprendente. Como pinacoteca, supera los 700 cuadros de una categoría artística de primer orden; Su retablo es el mayor de la Cristiandad; es el edificio gótico de mayor tamaño del mundo; sus sorprendentes estancias renacentistas; su fabulosa colección de esculturas y por supuesto la Giralda. Se recomienda hacer la visita conjuntamente con la iglesia del Salvador, una de las joyas de Sevilla, su historia va unida a la ciudad fue antigua basílica romana, templo visigodo, primera mezquita aljama y hoy uno de los templos barrocos más maravillosos de Europa.
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