Inaugurado el 7 de septiembre de 1958 en partido amistoso frente al Real Jaén, su construcción respondió a las nuevas exigencias del fútbol, pues se requerían comodidades y capacidades que el vetusto campo de Nervión no podía satisfacer.
La idea de su construcción se había planteado dos décadas antes, momento en que se negocia la compra en propiedad del campo de Nervión y un solar anexo donde se construiría el nuevo estadio. Ostentaba por entonces la presidencia D. Ramón Sánchez-Pizjuán, principal valedor del proyecto.
En 1954 el Sevilla FC convoca un concurso de ideas para su construcción, siendo éste ganado por Manuel Muñoz Monasterio, que había levantado años antes el Santiago Bernabeu y Mestalla. Su propuesta -a la postre aprobada- consistía en un estadio con capacidad para 70.329 espectadores.